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¿Frío? Con tu estufa de gas exterior podrás disfrutar de tu jardín o terraza también en invierno
Quien diga que en invierno no se puede disfrutar del jardín o de la terraza porque hace demasiado frío se equivoca. Las estufas de gas conocidas como ‘setas’ por la forma de su cabeza (de esta manera, el calor se reparte de manera uniforme) se inventaron precisamente con este fin: aportar el calor necesario para que puedas continuar gozando de tu espacio exterior.
Sus principales características son:
- Su funcionamiento es muy sencillo: utilizan bombonas de butano o propano, sin que exista riesgo para tu salud, y su consumo es muy bajo.
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Una vez abierta la llave de paso del gas, se enciende el calentador, normalmente mediante un mecanismo eléctrico. Finalmente, se regula la potencia de salida mediante el regulador para alcanzar la temperatura deseada.
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Gracias a sus ruedas podrás transportarla fácilmente y con su sistema de apagado de llama al volcar, te aportará una mayor seguridad.
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Debe dejarse un espacio de seguridad en torno a la fuente de calor (50 centímetros como mínimo debajo del reflector y 60 centímetros en torno a ella). La parte superior de la estufa, el quemador o la resistencia, deben situarse a 2 metros del suelo.
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Su estabilidad está más que asegurada.
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Recomendamos leer y seguir atentamente las indicaciones del fabricante.
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