En los meses de calor, cortar el césped será, sin duda, la tarea más repetida que deberás hacer en tu jardín. La frecuencia será máxima, posiblemente una vez a la semana o incluso más. Hacerlo correctamente incide directamente en su apariencia y en su salud. En este artículo te explicamos muy brevemente algunos consejos para que consigas tener un césped sano y bonito.

Con el inicio de la primavera, el crecimiento de tu césped se acelera y no parará hasta la llegada del frío. No lo cortes demasiado bajo, ya que lo único que conseguirás es debilitarlo. A baja altura, el césped tiene menos raíces y es menos resistente a la sequía. También es más sensible al ataque de plagas y enfermedades y las malas hierbas tampoco desaprovechan su oportunidad. Por tanto, debe tener siempre una altura de unos 4-5 centímetros. En zonas con sombra, es aconsejable dejarlo incluso un poco más alto. Más altura significa más raíces y, por tanto, más protección.

El césped debe cortarse según su velocidad de crecimiento y a medida que sea necesario; recuerda no cortar más de un tercio de la superficie de tu jardín de una sola pasada. La frecuencia de corte en primavera se traduce en más de una vez por semana, mientras que en verano es aconsejable hacerlo dos veces por semana.

Recoge siempre lo que has segado, a no ser que tu cortacésped disponga del sistema mulching que los convierte en abono natural.

Antes de empezar a cortar el césped, comprueba que no esté mojado. Si está húmedo, aunque sea por el rocío de la mañana, los tallos quedan doblados y la homogeneidad del corte será imperfecto. Además, las cuchillas de tu cortacésped quedarán llenas de hierba adherida. Así pues, déjalo para otro momento, cuando el sol lo haya secado.

La elección del cortacésped tiene mucho que ver con las dimensiones de tu jardín. En este enlace te aconsejamos sobre qué cortacésped es el ideal para ti. ¡Aquí!

Ha llegado el momento de la acción. Cuando cortes el césped, describe líneas rectas en sentido longitudinal y de forma paralela. Empieza siempre por los márgenes. Un buen truco es aprovechar como guía la rodera de la pasada anterior, así no quedarán los desagradables flecos. ¡Ojo a los obstáculos que puedes encontrarte!

Finalmente, utiliza un cortabordes y una desbrozadora para pulir el corte de tu césped. La diferencia entre un jardín con los bordes recortados y un jardín con los bordes sin cortar es abismal.

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